El diván del poeta

domingo, junio 04, 2006

Sentimiento

Sí, en mis escritos aparece a menudo el tema de los sentimientos; bien sea de una manera explícita, bien a través de pinceladas que personajes o situaciones trazan. Pero resulta que, además de otras cosas, o por encima de ellas, somos sentimiento. Este hecho de sentir nos da la vida, hace que pensemos que somos especiales. Sentirmos amor, odio, asco, rabia, rencor, dolor, frío o calor; sentimos miedo , angustia, incertidumbre, tristeza; también pena o alegría. Incluso sentimos ese "je-ne-sais-quoi" que tantas veces nos hace perder la cabeza, que en tantas ocasiones no acertamos a definir, pero que suele llegarnos acompañado de una idílica felicidad que nos endulza la vida y nos llena de gracia.
Sentimos que somos seres vivos que están vivos y que, además, piensan.
Y es que, desaparecidos los principios, valores o respeto social que nos facilita la convivencia -visto todo el bloque, casi, como un obsoleto estandarte reducido a la educación-, si, además, perdemos los sentimientos (no tanto los básicos que ayudan en la supervivencia), corremos el riesgo de convertirnos en una especie de ídolos de barro, de esos que parecen querer salirse, de vez en cuando, de su encuadre de papel para enfrentarse a sus enemigos, o para amarlos. Lo mismo da. Pero se trata de papel, solo eso; papel que con el contratiempo del primer chaparrón que le cae encima se arruga, se desdibuja su forma, se borra, se desistegra, y final y lamentablemente, termina por desparecer.