El diván del poeta

domingo, julio 30, 2006

Del río a ninguna parte



Búscale entre aguas confusas,
salpicado de locura, ceniciento y arrugado.
Crúzale hasta la otra orilla, barquero,
sin que le despierte el movimiento de tu barca.

Siempre se dejó llevar
por remolinos de corriente, siempre
hasta el minuto último del último viaje.